PRP Facial (Plasma Rico en Plaquetas)
Desde 150€
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El tratamiento de plasma rico en plaquetas es una técnica con la que se consigue estimular la regeneración celular y renovar los tejidos epidérmicos utilizando para ello la propia sangre del paciente.
El procedimiento del tratamiento facial con plasma es muy sencillo. Se extrae sangre paciente y se introduce en una maquina especifica que se encarga de centrifugarla. Una vez que la sangre se centrifuga, se inyecta el plasma obtenido en la zona que se quiere tratar.
Nuestros doctores afirman que, “en el plasma se encuentran plaquetas en cuyo interior están unas pequeñas fracciones proteicas que actúan como fatores de crecimiento. Estos factores de crecimiento, una vez introducidos en la piel, buscan a unas determinadas células llamadas fibroblastos, a las que se adhieren provocando esa estimulación celular”. De esta forma, se comienzan a generar nuevas células de colágeno y de elastina, además de que se activa la microcirculación.
Aunque el rejuvenecimiento facial con plasma se trata de una forma técnica bastante simple, siempre es imprescindible que la realice un profesional cualificado para garantizar la seguridad del paciente y la eficacia del tratamiento.
Al principio del tratamiento es recomendable hacer una sesión al mes durante tres meses, posteriormente realizar una sesión de recordatorio al año. Después de cada sesión de plasma rico en plaquetas facial no se necesita hacer reposo, por lo que el paciente puede incorporarse con normalidad a su vida cotidiana.
Aunque el PRP nació como un tratamiento con plasma para la cara, hoy en día esta técnica tiene múltiples aplicaciones. El uso principal es rejuvenecer y mejorar el aspecto de la piel del rostro, pero también es útil para otras partes del cuerpo, como el escote o el cuello, además de rejuvenecer las manos, tratar lesiones de la piel como las marcas de acné y también quitar cicatrices.
A su vez, las inyecciones de plasma se utilizan para la eliminación de estrías y para favorecer el crecimiento de pelo. Este tratamiento se emplea para prevenir o disminuir la calvicie leve, así como para cuidar y fortalecer el crecimiento del cabello después de un injerto capilar.
Esta técnica, que puede aplicarse de forma preventiva para pieles más jóvenes y de forma regenerativa para pieles más maduras, posee una larga lista de beneficios:
Además, no existen riesgos de incompatibilidad con el plasma facial al ser un tratamiento que se realiza con la propia sangre del paciente y es compaginable con otros tratamientos.
Por todo esto, el plasma facial merece estar en el top de tratamientos estéticos para el cuidado de la piel.
Si, la bioestimulacion con plasma rico en plaquetas permite retrasar el proceso de envejecimiento de la piel. Activa la regeneración celular, lo que permite obtener una mejor calidad de la piel, más luminosa y lozana, con mejor textura, menos flacidez y menos arrugas.
Si, es recomendable cuando se empieza a observar que la piel pierde colágeno y su capacidad de regeneración celular. Se puede aplicar a modo de tratamiento preventivo, en el caso de las pieles jóvenes, o como restitutivo, en aquellas pieles mas maduras.
Si, al ser un tratamiento que se obtiene de la sangre del propio paciente, no conlleva riesgos de alergias ni reacciones de incompatibilidad, lo que hace que sea un procedimiento seguro para el paciente. Este procedimiento es sencillo y realizado por un equipo de profesionales médicos.
Si, es muy importante destacar que a todos los pacientes se les debe realizar, antes de la aplicación, una historia clínica completa y un análisis de sangre, para descartar cualquier enfermedad.
Si, tras la aplicación, pueden retomar de forma inmediata su vida profesional y social. No se generan ni cicatrices ni marcas, tampoco hay que guardar reposo.
Si, después de cualquier tratamiento medico y/o estético para mejorar la calidad de la piel es indispensable el uso de protector solar.
Si, sirve para tratar toda patología que requiera de regeneración tisular. Se aplica mediante microinyecciones en las zonas afectadas. Al reparar las fibras y el tejido dañado, mejora el aspecto de la piel y regenera nuevas células, de mejor calidad.
No, el protocolo de aplicación y la frecuencia depende de cada paciente y del grado de envejecimiento cutáneo que presente. En rasgos generales, se aconseja aplicarlo 2 o 3 veces al año, para potenciar la regeneración tisular. Luego puede repetir la misma rutina al año.
Si, puede realizarse tanto en época invernal como en verano, teniendo en cuenta la exposición solar directa.
No, las pieles con acné en actividad o en tratamiento médico por alguna patología en particular no pueden ser tratadas.