Ácido Hialurónico
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El ácido hialurónico regenera de forma única y efectiva el tejido cartilaginoso. Es decir, el ácido hialurónico es una sustancia que lubrica las articulaciones, mantiene los globos oculares y actúa positivamente en el tejido conectivo.
La medicina estética usa el ácido hialurónico por uno de sus principales beneficios; su eficaz efecto antienvejecimiento. Además, aparte de los potenciales efectos que tiene sobre la piel, esta ayuda a mantener la piel correctamente hidratada. Esto se debe a que esta substancia apoya la segregación de colágeno, una proteína esencial para la elasticidad de la piel y la renovación de las células.
El acido hialuronico protege la piel de los daños causados por los rayos UVB del sol. Por eso, se utiliza para trabajar sobre las pieles vulnerables respecto a dichos rayos.
Para colocar el ácido hialurónico en planos profundos se aplica previamente anestesia local en un punto de la piel, y se realiza un orificio con una aguja por el cual se desliza una microcánula. Luego, se depositan pequeñas cantidades del material biocompatible en las áreas que necesitamos rellenar.
El resultado se ve inmediatamente sin dejar hematomas ni marcas visibles. A veces, puede sentirse una pequeña inflamación, que se resuelve dentro de los siguientes dos o tres días, sin ocasionar molestias. Se requiere de una o más sesiones con dos semanas de intervalo según el caso y la cantidad de zonas a tratar.
1. Promueve la hidratación y suavidad.
2. Ayuda a reafirmar la piel mediante la eliminación de arrugas y flacidez.
3. Estimula la regeneración de los tejidos ya que aumenta la producción de colágeno.
4. Incrementa la elasticidad y la firmeza de la piel y le devuelve luminosidad.
5. Ayuda a restaurar el volumen facial y armoniza zonas estratégicas
Posteriormente tras el tratamiento se puede seguir con el ritmo de vida normal, exceptuando la exposición solar durante los primeros días, y las actividades de sauna y piscina. Los resultados se ven de forma inmediata, siendo mejores pasada una semana o dos.
Aunque tras la implantación de rellenos pueden aparecer rojeces o hematomas, estos desaparecen espontáneamente. También puede aparecer cierta inflamación local durante unos días.
Puesto que el ácido hialurónico es un material reabsorbible, existe la posibilidad de repetir periódicamente el tratamiento para mantener los resultados.
Esta sustancia natural sirve para suavizar líneas de expresión o reponer volumen en las zonas de la cara que están hundidas o arrugadas, ya que por la acción del paso del tiempo suelen aparecer los temidos surcos nasogenianos y de marioneta. Estos surcos son los responsables de dar al rostro un aspecto envejecido.
También se usa para mejorar arrugas en la zona de la frente, los pómulos o el mentón, que son las zonas más sensibles a la aparición de estas. En este sentido, la aplicación de ácido hialurónico permite tener un aspecto más equilibrado.
Se conocen al menos dos tipos principales de ácido hialurónico: el reticulado y el no reticulado.
Esta es una de las preguntas más buscadas, pues el miedo a lo desconocido nos crea incertidumbre. La técnica dependerá de la zona a tratar y el objetivo que se quiera perseguir. En caso de querer sumar volumen o reposicionar estructuras, el ácido será infiltrado con cánulas o agujas en planos profundos. Si por el contrario lo que buscamos es una mesoterapia para aportar hidratación, la aplicación se basa en microinyecciones superficiales en la piel, con las que no notarás dolor. En ambos casos, tras el tratamiento no se requiere reposo, por lo que te permite volver a tu vida normal en el mismo momento en el que sales de la consulta.
Por norma general no lo es, pero cada persona tiene un umbral del dolor particular. Así, para las personas que tengan la piel demasiado sensible se puede aplicar anestesia local. Con esta se evitarán las molestias que pudiera sentir el paciente durante la aplicación.
Teniendo este detalle en cuenta, nunca está de más recordar que los rellenos con ácido hialurónico deben realizarlos profesionales.
Los rellenos de ácido hialurónico no tienen apenas contraindicaciones, por lo que puede ser aplicado en cualquier persona. No obstante, aunque pocos, si se han dado casos de pacientes que han presentado alguna molestia o reacción alérgica. En estas situaciones hay que acudir al centro médico.
Los rellenos de ácido hialurónico están indicados para la zona facial, especialmente en labios, pómulos, alrededor de la boca, surcos nasogenianos, ojeras, entrecejo y frente.
Los efectos son casi inmediatos, y duran alrededor de un año. Este factor dependerá mucho de la zona tratada, la edad del paciente, la calidad de la piel y el estilo de vida que se lleve. Para tener efectos más duraderos, en función del paciente se recomendarán realizar sesiones de refuerzo.
Si, los rellenos con ácido hialurónico son un tratamiento seguro, ya que se trata de una sustancia que está presente en nuestro cuerpo de forma natural. Este es uno de los motivos por los que se emplea en tantos tratamientos.